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Una Noche Mágica en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao

EL PRÓXIMO DOMINGO 21 DE JUNIO, CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MÚSICA, MÁS DE SETENTA NIÑAS, NIÑOS, TALENTOS  EMERGENTES Y PROFESIONALES DE LAS ARTES ESCÉNICAS Y DE LA MÚSICA DE BILBAO, SE UNEN POR PRIMERA VEZ EN “UNA NOCHE MÁGICA”, UN ORIGINAL E INNOVADOR ESPECTÁCULO DE JAZZ, TEATRO, POESÍA Y DANZA EN UN HOMENAJE AL TEATRO MUSICAL, A LA CREATIVIDAD Y A LA DIVERSIDAD CULTURAL DE LA VILLA.

La iniciativa parte de cinco hermanos bilbaínos, dedicados profesionalmente a las artes escénicas y a la música, que, junto al pianista y compositor neoyorkino Joshua Edelman, han unido sus fuerzas y el resultado de su trabajo en sus correspondientes espacios culturales, en un ambicioso y multidisciplinar plan pedagógico, de creación artística, y desarrollo y formación de nuevas audiencias. El evento tendrá lugar el próximo domingo 21 de junio en la Sala Cúpula del Teatro Campos Elíseos de Bilbao a las 12.00h.

Danza María Fernanda, Act Teatro Bilbao, la asociación para la cultura y el medio ambiente NakusarbeSweet Saul Music y Cristina Santolaria junto al pianista y compositor neoyorkino Joshua Edelman con Jazz Cultural Theatre of Bilbao, son los precursores de este innovador proyecto creativo fruto de una larga carrera en torno a la gestión cultural, el espectáculo, la pedagogía, la divulgación científica y la educación ambiental. Su misión se centra en satisfacer la necesidad que tiene Bilbao de llevar a niñas, niños, jóvenes y personas de otras edades hacia los beneficios que proporciona integrar el aprendizaje de la música, el teatro, la poesía, la danza, en una sola disciplina, como parte de un proceso muy importante de su desarrollo como individuos con sensibilidad, empatía y creatividad, ingredientes que contribuyen al progreso en positivo de la ciudad.

Jazz Cultural Theatre of Bilbao, Danza María Fernanda, Act Teatro Bilbao, la asociación para la cultura y el medio ambiente Nakusarbe y Sweet Saul Music, son los precursores de este innovador proyecto creativo fruto de una larga carrera en torno a la gestión cultural, el espectáculo, la pedagogía, la divulgación científica y la educación ambiental. Su misión se centra en satisfacer la necesidad que tiene Bilbao de llevar a niñas, niños, jóvenes y personas de otras edades hacia los beneficios que proporciona integrar el aprendizaje de la música, el teatro, la poesía, la danza, en una sola disciplina, como parte de un proceso muy importante de su desarrollo como individuos con sensibilidad, empatía y creatividad, ingredientes que contribuyen al progreso en positivo de la ciudad.

“Una noche mágica” es la historia de un guionista propietario de un pequeño teatro amenazado de cierre. En medio de su angustia y preocupación le abandona la inspiración y los recursos creativos para salir a flote. De forma casual, avatares del destino, una noche aparece en su vida una persona que le trae suerte y le hace reflexionar sobre su historia. A partir de entonces comienzan a ocurrir cosas fascinantes, emocionantes, mágicas…”.

“Esta es una iniciativa de una pequeña empresa cultural familiar, es un proyecto que sobrepasa el papel, que se aleja de la simple retórica para convertirse en una realidad tangible en la que las diversas disciplinas artísticas y humanísticas, la familia, los lazos de la amistad, las diferentes generaciones y la diversidad cultural, convergen en un idioma común», apunta Cristina Santolaria, gestora cultural y fundadora de Jazz Cultural Theatre of Bilbao, quien junto al pianista y compositor neoyorkino Joshua Edelman, director del citado espacio, María Fernanda Santolaria, Susana Santolaria, Alberto Santolaria y Saúl Santolaria, organizan el evento.

“Somos una familia de larga tradición humanista en la que las ciencias y las artes han ido siempre de la mano, y eso hemos heredado, dice Susana Santolaria, directora de Act Teatro Bilbao. De los cinco hermanos Saúl es ingeniero de sonido, además de músico; Alberto es doctor en biología y creador de documentales submarinos; María Fernanda dirige una pyme, es profesora de ballet y coreografa; Cristina es periodista y diseñadora de proyectos culturales relacionados con el jazz; y yo, por mi parte, además de dedicarme al asesoramiento a empresas e instituciones en comunicación y oratoria, dirijo un estudio de arte dramático. No es la primera vez que unimos nuestros talentos y nuestras fuerzas en un proyecto común. “Joshua Edelman en concierto: Manhattan Bilbao Jazz-Zubia”, es un espectáculo en gira en el que también estamos involucrados todos los miembros de la familia”. Y continúa: “considero que una ciudad, como sucedía en las primeras ciudades griegas, se enriquece, verdaderamente, cuando el afán de innovación tecnológica está conectado con el afán del fomento de las artes; pero como algo muy presente en la vida cotidiana, no sólo como ocio y esparcimiento programado. Actualmente, y es un hecho muy patente, hay un desequilibrio desmedido en este aspecto. Mi experiencia como consultora de empresas me dice que existe una gran necesidad de introducir enfoques humanísticos en las organizaciones, lo están pidiendo a gritos. Lo mismo ocurre con los jóvenes, tengo un grupo de talentos en mi estudio, que cantan, bailan, actúan… y son ellos los que me piden una formación continuada y profunda en este sentido, lo cual me llena de satisfacción, porque eso es lo que estoy deseando ofrecerles. Algunos ejercerán profesionalmente  y a otros, el hecho de contar con herramientas para poder expresar su creatividad les hará más felices”.

Joshua Edelman, por su parte, apunta :“En nuestras clases los niños aprenden a relacionarse con el piano y con el jazz cantando, bailando coreografías y componiendo música. Se divierten y disfrutan como locos. No es lo común en la enseñanza de la música, aunque forma parte fundamental de mi metodología, basada en la tradición oral y la historia del jazz. Desde que entran por la puerta nuestros alumnos comienzan a relacionarse con el jazz. Les enseñamos a tocar, desde standars a temas clásicos de la música cubana, brasileña y el folklore de otros países. Después de tres años de haber abierto las puertas de Jazz Cultural Theatre of Bilbao estamos viendo, maravillados, que los resultados son asombrosos. Formar músicos es también formar nuevos públicos, con talento, sensibilidad y criterio que llenarán en un futuro muy próximo los escenarios, las salas de conciertos y los teatros de nuestros pueblos y ciudades”.

María Fernanda, la mayor de los hermanos, autora del libreto original “Una noche mágica” y responsable  de la idea de unir las diferentes escuelas en un espectáculo musical dice: “si estás contento y feliz eres mejor persona, y la música, el teatro y la danza producen esas sensaciones; y si están juntos en un espectáculo musical, la sensación se multiplica por mil. Esto lo veo a diario en mis clases.Yo trabajo en colaboración con mis hijas Ana y Lara, cantantes y bailarinas de musicales, con mi hermana Susana, que dirige Act Teatro Bilbao y la escuela de interpretación escénica y oratoria, Expressium-Act; con Cristina, que junto con Joshua Edelman, aportan composiciones, proyectos y la música en vivo; en Sweet Saul Music, el estudio de nuestro hermano, músico y productor, grabamos discos y demás; Alberto, y Mila, su mujer, con su Asociación Nakusarbe, aportan imágenes audiovisuales y los mensajes de responsabilidad ambiental que están irremediablemente presentes en nuestras producciones, por aquello del trinomio progreso/cultura/medio ambiente. Esta es una combinación perfecta. Una de las fases más importantes de nuestra pedagogía es actuar ante un auditorio. Este es el momento en el que se trabaja como un verdadero equipo y se produce la conexión genuina; una conexión entre el alumno y el profesor, entre los propios alumnos, entre ellos y la obra o la coreografía que interpretan; y entre ellos y los familiares y las demás personas que vienen a ver el resultado de su esfuerzo y dedicación. Verdaderamente es muy gratificante. Como educadores tenemos la gran responsabilidad de que nuestros alumnos vivan el aprendizaje de manera feliz. Un niño formado en las artes siempre tendrá un plus añadido en su vida, ya sea médico, panadero, ingeniero o abogado”.